Una persona me dijo una vez: “no importa lo mal que vayan las cosas, ni lo mal que tú te sientas; al fin y al cabo mañana vas a tener que levantarte como un día más y dentro de una hora tendrás que ir a comer como si nada, así que, al menos, hazlo con una sonrisa en la boca, pase lo que pase.” Ahora veo que el mayor esfuerzo está en darse cuenta de que la vida es así; y que cuando eso sucede, todo lo demás viene sólo.
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