sábado, 11 de junio de 2011

Semáforos verdes.

No pasa nada. Relájate. No importan ni los terremotos, ni los incendios, ni las inundaciones, ni las enfermedades, ni los problemas, ni el color negro, ni los "nunca jamás", ni los "hasta luego Lucas", ni los suspensos, ni la lluvia, ni los tropiezos, ni la determinación, ni la incorrecta dirección, ni el no saber vivir, ni las caídas fuertes, ni los "me voy para no volver", ni los "hoy no quiero hablar con nadie", ni las canciones que hablan de desamor, ni la cantidad de dinero, ni la soledad, ni la mala compañía, ni las promesas rotas, ni la mala suerte, ni el karma, ni los "te odio", ni las palabras que nunca llegaron a ser dichas, ni las ganas de hablar, ni los gritos, ni los semáforos en rojo que siempre tendemos a cruzar. No importa.
¿Porqué no fijarnos en lo contrario? Los remedios, las buenas compañías, los "hoy te he echado de menos", lo prometido y lo cumplido, el color verde esperanza, los ceda el paso, los "hasta pronto", los aprobados, lo que merece la pena, lo que un día has soñado, lo que has logrado, la buena suerte, los semáforos en verde, los "adelante", los pequeños empujones... Sólo se trata de ver la vida desde el punto de vista de ver el vaso medio lleno. Funciona, créeme, pruébalo.

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