Hoy te miro y siento amor por todo lo que eres.
Me fascina cada uno de tus movimientos. No eres un chico cualquiera, no. No
eres el típico, ni tampoco la excepción.
Para mis ojos eres casi perfecto.
Tienes una sonrisa preciosa, y parece como si el mundo ya se pudiera terminar
cuando tu nariz roza la punta de la mía, o cuando agarras mi cuello con tu
mano, no necesito más.
Cuando besas con ternura mi frente o me susurras al
oído, cuando te dices convencido "yo quiero un coche contigo, una casa
contigo, hijos contigo", es cuando recuerdo que una de las pocas cosas que
he aprendido en mi corta vida es que, toda cosa o persona que en un futuro te
hará sentir alguien realmente afortunado, es aquella que aparece en el lugar
menos esperado y en el momento menos esperado.
Puedo decir que algo así me ha
sucedido contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario