sábado, 1 de diciembre de 2012

A.D.M


Otra Navidad sin ti. Joder que putada ¿no? Es realmente injusto. Se supone que Navidad es la época más bonita del año, un tiempo para disfrutar en familia. Y de veras que yo lo intento, intento no pensar en que este 25 tampoco vas a estar.

Parece que fue ayer cuando estábamos todos sentados cenando, cuando abríamos los regalos o cuando salíamos a la calle a las doce en punto de la noche, ni un minuto antes ni uno después, solo para mirar al cielo y ver unas pequeñas lucecitas que posiblemente serían estrellas o quizás las luces de algún avión, eran tan solo luces, pero tú nos hacías creer que era el trineo de Papá Noel. Nosotros con nuestra inocencia de niños nos quedábamos anonadados al verlo, te encantaba vernos sonreír mientras mirábamos al cielo. Años más tarde cada 25 de Diciembre, yo sola salgo al jardín de casa de la tía, donde seguimos celebrando la Nochebuena, me siento en el mismo banco de siempre y miro al cielo. Antes creía que era Papá Noel, pero ahora sé que eres tú. Lo sé tengo un presentimiento, eres mi luz. No hay ni un solo día que no me acuerde de ti, ni uno solo.

Creo que nunca en mi vida he conocido a alguien como tú, una persona que soltase bondad por cada poro, que pensase en todo el mundo antes que en sí mismo, alguien que sonreía constantemente y que contagiaba su risa. ¿Recuerdas cuando yo te decía “yo de mayor quiero ser como tú”? Pues sigo queriendo serlo, cada día me esfuerzo en parecerme un poco más a ti, sé que eso es imposible, pero yo lo sigo intentando.

Si hoy soy quien soy, por una parte es gracias a ti, me has enseñado mucho, muchísimo. Daría lo que fuera por volverte a tener a mi lado, por volverte a ver cada día como hace ya algún tiempo, por sentir tu vitalidad y tus ganas de vivir que no se te agotaron hasta el último momento. Cada mañana al levantarme me acuerdo de ti y pienso ¿Me habré portado bien con él? ¿Se fue sabiendo lo mucho que le quería? ¿Le demostré que era muy importante para mí? Preguntas que nunca podrán serme respondidas.

Mañana es domingo y sé que no vendrás a casa a primera hora de la mañana a darnos los buenos días como solías hacer. Ya nunca más iré contigo al parque, ni jugarás conmigo a las muñecas, ni me comprarás chuches. Chuches normales y corrientes, pero que solo por hecho de que me las comprases tú, a mi me sabían mejor. 

Y qué decirte del enano…tu pequeño garrulillo, cada día se parece más a ti. Sigue dándole al balón, aprendió del mejor. Tu Betis sigue como siempre. Aún recuerdo cuando decías: Yo del “Betis manque gane manque pierda”. Aquí en casa nos tragamos todos sus partidos. Odio el fútbol, lo sabías mejor que nadie, pero tu ver jugar a tu equipo para mi es algo especial, algo distinto que me hace acordarme de ti y me sirve para darme cuenta de que nunca hay que abandonar los sueños. Porque igual algún día tu Betis levanta la gran copa, es difícil, pero tú nunca perdiste la esperanza de que sucediese. Porque hay deseos que parecen imposibles pero un día cualquiera cuando menos te lo esperas “PAM” se hacen realidad. ¡Ah! Se me olvidaba decirte que España este verano ganó el mundial, te hubieras alegrado como nadie, se te hubieran saltado hasta las lágrimas al verlo, ¿ves? Parecía imposible pero sucedió.

Hoy era uno de esos días en los que parece que todo te sale mal, esos días en los que el universo ha decidido ponerse en tu contra y no sabes en quien apoyarte. Pero yo tengo tú fuerza y si la junto con la mía, me vuelvo invencible.

Te doy una y mil gracias por todo lo que hiciste por mí y por lo que aún sigues haciendo, aunque tú no lo sepas.

Gracias de corazón. Cada 25 reluces con más fuerza.


Escrito: 11 de Dic de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario