Una persona me dijo una vez: “no importa lo mal que vayan las cosas, ni lo mal que tú te sientas; al fin y al cabo mañana vas a tener que levantarte como un día más y dentro de una hora tendrás que ir a comer como si nada, así que, al menos, hazlo con una sonrisa en la boca, pase lo que pase.” Ahora veo que el mayor esfuerzo está en darse cuenta de que la vida es así; y que cuando eso sucede, todo lo demás viene sólo.
lunes, 26 de septiembre de 2011
Esto ya no es lo mismo, esto es mejor.
Esto ya no es lo mismo, siento decírtelo. Dijeron que esto es bueno,
esto es mucho mejor, mejor que dos monos haciendo el amor, mejor que un
radar loco en la autopista sacándoles fotos a turistas bañistas. Mejor
que una trompeta, un gol en el descuento, el beso de las mantas, las
noches de invierno, vinieron y dijeron que era mejor y tú les
respondiste que mejor era el sabor de una mandarina cuando la adivinas.
Mejor es en el mar que en la piscina, saltarse la verja si no encuentras
la puerta, viajar en tren una tarde de verano con el bañador todavía
mojado. Vinieron y dijeron que era mejor y tú les sugeriste que mejor es
el color de los mofletes de un niño entusiasmado, mejor es la ilusión
que abrir el regalo, perderse en el monte una mañana de otoño y buscar
tesoros en forma de hongos, andar por el pueblo, encontrarte de nuevo,
mejor es besarte que enviarte recuerdos. Mejor, quizás, tal vez
posiblemente, te tendré aquí dentro para siempre, haz que pase. Mejor
los abrazos fuertes de gol, mejor perderse, mejor salvarse, crear, caer,
hundirse, sufrir, sangrar, crujir y volver a levantar. Mejor es bailar,
mejor la conga, mejor la acción, mejor al sol, mejor con suavizante,
mejor pedir perdón, mejor si estás encima, mejor escuchar al
pumpum,pumpum.
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