martes, 15 de noviembre de 2011

Estoy a 10 minutos de tu casa, tardaré 5.

Lo echo de menos, echo en falta tener un motivo por el que levantarme cada mañana, ya no salgo de casa con una sonrisa radiante, ya nadie me dice "¿qué te pasa?, te noto distinta", ya no tengo planes de manta y peli los sábados por la tarde y las noches sin ti se hacen demasiado largas.
Ya nadie me promete la Luna, ninguno sabe la historia de cada una de mis cicatrices, nadie me ha vuelto a hacer llorar de alegría y el 14 de Febrero pasó a ser un día más.

Me siento como un lápiz sin mina o como un borrador, que no serviría de nada si ese lápiz dejara de existir. Los días y los recuerdos se van amontonando en un rincón de mi habitación, cada vez que miro tu foto y pienso en todo lo que fuimos y lo que ya no somos, noto como que me ahogo.

Por favor vuelve, quiero otra vez oír de tu boca esas palabras que me parecían tan ñoñas y a la vez tan tiernas, dime una vez más "A las 5, donde siempre", sabías perfectamente que yo siempre llegaba 10 minutos más tarde, pero tú estabas allí puntual, como si de un caballero se tratase.

Vuélveme a hacer sentir especial, quiero comerte gramo a gramo, poco a poco, disfrutarte. Quiero notar el tacto de tu piel, que nuestros labios se entrelacen entre ellos y que nunca se separen. Quiero dormir en tus brazos y balancearme en tus pestañas como si n o hubiera mañana.





Quiero tanto, y nada tengo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario