Mejor, no digas ni Pio.

Esto es el cuento del pajarito. Había una vez un pájaro recién nacido que se encontraba en el nido con mama pajarito. El papa pajarito se encargaba de cazar y conseguir alimentos para dar de comer al pequeño. Pero un día, mientras volaba, un cazador le pegó un tiro y papa pajarito acabo muriendo.
Así que mama pajarito tuvo que hacer también de papa. Al día siguiente el pequeño estaba hambriento y la madre decidió salir a por algo de comida con la mala suerte de que empezara una tormenta, el viento la llevara a unos cables eléctricos y la madre murió electrocutada.
Como consecuencia, el pequeño pajarito tuvo que ingeniárselas por él mismo para poder sobrevivir, así que pensó en salir del nido y comenzar a volar... pero todavía no sabía hacerlo y nada más saltar se cayó al suelo y por alguna casualidad natural una vaca echo su excremento encima de él, por lo tanto, quedó cubierto de mierda. Empezó a pedir ayuda pero un águila que se encontraba buscando presa, le oyó, le cogió y se lo comió.

Parece una historia absurda pero tiene 2 lecciones y una moraleja:

La primera lección es que no todo el que te meta en la mierda es para hacer el mal.
La segunda lección es que no todo el que te saque de ella es para hacer el bien.

¿Y el consejo?

Cuando estés hasta el cuello de mierda, mejor no digas ni Pio