jueves, 15 de diciembre de 2011

Haz todos los días algo que te de miedo.



''Disfruta de la fuerza y la belleza de tu juventud. Mmm... no me hagas caso; nunca entenderás la fuerza y la belleza de tu juventud hasta que se hayan marchitado pero, créeme, dentro de veinte años, cuando mirando fotos te veas a ti mismo, verás cómo no puedes ver ahora cuantas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras realmente. No, no estás tan gordo como te imaginas.
No te preocupes por el futuro, o preocúpate, pero sabiendo que hacerlo es tan efectivo como intentar resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Es probable que los problemas más serios que te surjan en la vida sean cosas que ni se te pasaron por la cabeza, de esas que te sorprenden un martes cualquiera a las cuatro de la tarde.
Haz todos los días algo que te de miedo. Canta. No juegues con los corazones de los demás. No aguantes que la gente juegue con el tuyo. Cepíllate los dientes. No pierdas el tiempo sintiendo celos; unas veces irás ganando y otras perdiendo. La carrera es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo. Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos, y si lo consigues, dime cómo. Conserva las viejas cartas de amor. Tira los recibos viejos del banco.
Yérguete. No te sientas culpable si no sabes qué quieres hacer en la vida. Las personas más interesantes que conozco no sabían lo que querían hacer con su vida a los veintidós años. Algunas de las personas más interesantes que conozco tampoco lo saben a los cuarenta.
Toma mucho calcio. Trata bien a tus rodillas, las echarás de menos cuando te fallen.
Quizás te cases. Quizás no. Quizás tengas hijos. Quizás no. Quizás te divorcies a los cuarenta. Quizás bailes el rock cuando celebres las bodas de platino. Hagas lo que hagas no te congratules demasiado ni tampoco te censures. Siempre has optado por una cosa u otra, como el resto del mundo.
Disfruta de tu cuerpo. Úsalo de todas las maneras que puedas. No le tengas miedo, ni te preocupes por qué piensan los demás. Es el mejor instrumento que tendrás jamás.
Baila, aunque no tengas donde hacerlo más que en el salón de tu casa. Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza, sólo harán que te sientas feo.
Conoce a tus padres. Nunca sabes cuándo se irán para siempre. Sé bueno con tus hermanos; son el mejor vínculo con tu pasado y los que probablemente sigan contigo en el futuro.
Entiende que los amigos vienen y se van pero que hay unos pocos escogidos que debes conservar siempre. Esfuérzate en no desvincularte de ciertos lugares y costumbres, porque cuanto más mayor te hagas, más necesitarás a las personas que conociste cuando eras joven.
Vive en Nueva York alguna vez, pero vete antes de endurecerte. Vive en el Norte de California alguna vez, pero vete antes de ablandarte. Viaja.
No te hagas demasiadas cosas en el pelo o cuando tengas cuarenta años parecerá el de alguien de ochenta y cinco.
Ten cuidado con los consejos que compras y ten paciencia con quienes te los vendan; los consejos son una forma de nostalgia y ofrecerlos es una manera de rescatar el pasado del vertedero, sanearlo, pintar las partes feas y reciclarlo, dándoles más valor del que tienen.
Pero... créeme en lo del protector solar.''

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