jueves, 15 de diciembre de 2011

Vivir teniendo mis calcetines en el mismo cajón que tus corbatas.

Te he dedicado más de un reglón y menos de cien. 
He escrito cartas que nunca han salido del cajón de mi mesita. A veces, llevaba una copa de más sólo por si te apetecía aparecer. Te he buscado por lugares que ni siquiera existen y he intentado encontrarte por casualidad... Puedes llamar a la puerta, que estoy esperando la historia de un principio lleno de cartas 
que escribir.

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