Pasaste las noches echando de menos pasarlas conmigo. Y
tu almohada se convirtió en borrones y tachones de alguna poesía inspirada
en aquellos antros de la ciudad. Como mientras jugábamos al tres en raya bajo
tus sábanas y recordábamos la época de miradas perdidas que mucho me temo, ya
queda muy atrás. Y la noche de mañana, y la de ayer, y la de pasado mañana tal
vez, escribo y mientras te canto canciones al oído. Muy bajito, para que no nos
oigan los vecinos. Me quisiste y tal vez hoy lo sigues haciendo, pero yo sólo
sé que es muy difícil echarte de menos, y aún más deshacerme de todos esos
versos y recuerdos. Porque mi cabeza está hecha un lío, llena de problemas
algebraicos en los que quizás, la x sea un te quiero que salga de tus labios.
Pero quiéreme en tus noches y madrugadas, en tus risas y en tus sonrisas, en
todos esos poemas escritos en tu almohada.
"El amor, en cambio, es cuando no respiras... cuando es absurdo, cuando echas de menos, cuando es bonito aunque esté desafinado, cuando es una locura."
No hay comentarios:
Publicar un comentario