martes, 30 de octubre de 2012

Si parpadeas, te lo pierdes

Odio este tipo de historias en las que nadie da un paso más. Esas que se quedan ahí, sin principio y sin final, sin nada. Siempre me situó en el "¿Y si...?", y entonces me doy cuenta de la cantidad de veces que decimos adiós a las oportunidades mientras se nos escapan por delante de nuestras narices.


¿Y si esa mañana de Octubre en el metro, durante ese cruce de miradas, uno de los dos hubiese roto ese incomodo silencio? Entonces, quizás él sabría que ella se llama Laura, que iba de camino a la facultad de medicina, que tiene cosquillas en los pies y que le encanta la mermelada de fresa. Y ella sabría que Fernando iba al hospital a visitar a su abuelo que lleva ingresado allí cerca de 2 meses, que su cumpleaños es el 18 de enero y que le encantan los besos en el cuello.

Pero desgraciadamente, pocas veces sobrepasamos esa línea y es así como nos perdemos lo mejor de la vida, no creemos en el destino, pero tampoco en las casualidades ni si quiera en las coincidencias.

¿Y si esos dos jóvenes se cruzaron porque el destino lo quiso? ¿Y si estaban destinados a quererse? Da igual, porque ya nunca lo sabrán, este tipo de señales solo ocurren una vez en la vida, luego se esfuman y cuando quieres darte cuenta, ya es demasiado tarde.
Laura ahora está Londres perfeccionando su inglés y Fernando sigue cogiendo cada día la Línea 2 para ir a ver a su abuelo. Ellos ya perdieron su oportunidad, probablemente nunca más se vuelvan a cruzar; Pero quizás la tuya sigue ahí,  así que no la desaproveches, cuando sientas un impulso no lo frenes, pelea por lo que quieres, la vida está hecha para los valientes.

Así que si algún día te ocurre a ti, levántate, acércate a esa persona y le pregúntale que como se llama, o que si ha dormido bien esas noche, o le háblale del tiempo, o de gatos persas ¡que más da!Pero al menos así pase lo que pase sabrás que no dejaste escapar la que podría haber sido
"La historia de tu vida". 

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